domingo, 24 de febrero de 2013

Los 15 años

Ayer sábado, participé en la celebración de los 15 años de Diana Lucía. Sobrina de Ana, amiga y voluntaria en el proyecto Samaritanas. Esta edad es muy celebrada en muchos rincones de latino y centro américa. Representa el paso y celebración de niña a mujer. Todo un rito de paso, celebrado, en la vida de tantas culturas y personas.

Diana iba vestida con un traje morado, como si de una princesa se tratara. Prácticamente mucha de los invitados/as vestían como si se tratara de una boda. Y es que esta celebración se podría equiparar en gran parte, importancia y en su celebración, a como desde España celebramos las "BBC" (Bodas, Bautizos y Comuniones).

La fiesta comenzó con una eucaristía, celebrando la vida de todos estos años de Diana Lucía, acompañada por gran parte de su familia; que no eran pocos. Diana estaba sentada delante, con su padre Raúl al lado, además de las 14 damas de honor vestidas igual (una por cada año cumplido) prácticamente todas primas suyas. 

Una vez concluida la misa se procedió al baile, donde Diana bailó en primer lugar con su padre y después con algunos de sus tíos. Para después bailar todos, sobre todo la gente jóven, como si ya fuera de madrugada. Pero después de una hora, se suavizó la música para cenar. El plato consistía de arroz, carne y verdura; en el centro para picar frijoles molidos y para beber: coca-cola, flor de caña (el ron por excelencia nicaragüense) y jugo (zumo) natural de naraja. Para después de la música proseguir con el baile, ahora sí animándose todo el mundo, al más puro ritmo latino.


Finalmente cuando se acercaba la media noche, después de unas horas bailando divertidamente, se realizó el brindis y la gran tarta. Prácticamente como si de una boda se trataba. Tanta era mi sorpresa y disfrute que le decía en broma a mi amiga Ana. Si así se celebran los 15 años, cómo serán los 30. Cómo será el día de su boda. Ojalá no dejemos de celebrar cada momento, cada encuentro, cada persona en nuestra vida. Así lo pido y deseo.


domingo, 17 de febrero de 2013

San Valentín



Día del amor y la amistad, así también celebrado en Nicaragua. Durante todo el día personas que conoces, anuncios,,, nos lo recuerdan. Llegado el atardecer se comprueba como la mayoría de restaurantes se llenan de parejas para festejarlo. Pero como cada jueves, parte del equipo de trabajo y voluntarios del proyecto Samaritanas (en el que ya he comenzado a gatear), se dirige con la camioneta a los principales focos de Managua donde las mujeres que ejercen la prostitución. Llegados a las carreteras Norte y de Masaya también, nos vamos deteniendo con cada una o grupo de mujeres que nos encontramos. Para así saludarlas, hablar un poquito con ellas, ofrecerles nuestro apoyo. 

Parece una contradicción, más en un día que se celebra el amor, encontrarnos con el desamor vivido en las propias carnes de tantas mujeres. Siendo utilizadas en un acto que quiere representar el amor en su más bella expresión, pero que en su caso es todo lo contrario como cada noche que salen a trabajar en medio de la inseguridad de la noche. Pero ellas también merecen ser queridas más cuando sufren no solo la explotación de unos, sino también la condena de otros muchos. Merecen ser miradas con respeto, con dignidad, como lo que son y no dejarán de ser: mujeres, personas, hijas de un Dios que las ama con locura.

Para lo cual, en día como este hemos querido tener un detalle con cada una de ellas. Las cuales nos conocen en su mayoría de cada semana que salimos a encontrarnos con ellas. Hoy les llevamos también mariposas que hemos estado pintando y elaborando con mucho cariño para ellas, con una piruleta y un mensaje de deseo de felicidad para ellas. Conforme nos vamos encontrando con ellas y nos reconocen lo primero que hacen es alegrarse y acercarse, preguntarnos por los que no han podido venir a visitarlas en esta noche. Un saludo, unas palabras, un comentario de cómo están... y de repente la mariposa que sale de nuestra bolsa para cada una de ellas. Motivo de alegría extra, más sabiendo que hay una dedicatoria para ellas. Como cada noche no solo les ofrecemos lo que tenemos, salimos para estar con ellas. Y cuando sienten que es así, sólo hay alegría en sus caras y... posiblemente en sus corazones.

Hay veces que parece que los pequeños detalles, aquellos más insignificantes, no sirven para transformar la realidad. Ojalá podamos seguir recuperando el poder de lo simbólico, de aquellos gestos, encuentros que a la vista de muchos en un momento parecen una pérdida de tiempo; pero que para otras personas significan mucho. Sólo aquellos son los que poquito a poco nos permiten ir cambiando nuestro entrono, la realidad soñada a largo plazo. 

Aquí os dejo un regalo, una canción de Katia Cardenal, una cantante nicaragüense, de la que pude sifrutar de un concierto suyo el otro día. Y qué casualidad tiene relación con las mariposas. Feliz día de San Valentín, de la amistad y el amor, también para cada uno de los que nos queremos.



domingo, 10 de febrero de 2013

CEB's (Comunidades Eclesiales de Base)



Durante mi primera semana en Managua, Nicaragua, no puedo ocultar mi extrañeza fruto de tanto contraste que encuentro por allí por donde estoy o paso. Hay tantas cosas diferentes, ¡tantas novedades! Aunque el único nuevo aquí soy yo. Pero dentro de esta desubicación en la que me encuentro en muchos momentos, no puedo dudar de la acogida, simpatía, cercanía de todas las personas que estoy conociendo. Todas ellas me hacen sentir como si llevara más tiempo por aquí. Siempre tienen una sonrisa.
En esta entrega quería presentaros un poquito las Comunidades Eclesiales de Base (CEB), las cuales me acogen en Managua. Donde principalmente podría llenar ya de muchos nombres de personas que he conocido, las cuales conforman no solo barrio, comunidad; sino también iglesia.
Este tipo de comunidades cristianas surgen en Brasil, Perú, Panamá en los años 1960 y en Nicaragua en el año 1979, consolidándose en los años 1980. Fundamentándose en la teología de la liberación para su opción y compromiso de las personas y grupos más vulnerables de los lugares en los que están. Una de sus mayores referencias, además del evangelio, es el testimonio de Mons. Oscar Romero (del cual hicimos referencia la semana pasa y otro día os contaré centrados únicamente en él).
Las Comunidades Eclesiales de Base en Managua, en los años 90, frente a la crisis económica y social que enfrenta en esos momentos el país, crea diferentes Proyectos Sociales: Natras, como apoyo a niños y adolescentes trabajadores; Escuela técnica, donde se imparten cursos y formación técnica para aprender un oficio; Escuela hogar, donde se acogen a niñas y adolescentes que son víctimas de violencia o abusos sexuales por parte de su familia; y Samaritanas (en el cual estoy y os contaré más detenidamente más adelanta también), siendo uno de estos cinco proyectos creado en 1995.
Pero las Comunidades no son únicamente un puro activismo, sino que estos proyectos son el fruto del compromiso y la acción, fruto de la reflexión y oración. También hay otros grupos que se ocupan de la incidencia política para defender los derechos humanos, así como del cuidado de los jóvenes. 

Cada localidad tiene diferentes comunidades, las cuales no solo se organizan para hacer un análisis de la realidad, sino también para compartir su fe y desde la misma enriquecer dicho análisis como su compromiso encarnado en quienes más lo necesitan. En estos días ya me han acogido en la comunidad de mi barrio "Valledulce", y en la cual pude compartir un poquito como me sentía en mi recién iniciado proceso de adaptación. En lo que Leonel, me respondió: "Ahora eres como un niño a gatas, pero tranquilo, ya aprenderás a caminar". Confio en que será así, para que podáis andar conmigo también por aquí.

domingo, 3 de febrero de 2013

SAN SALVADOR

Saludos desde San Salvador, mañana partiré definitivamente hacia Managua. 

Desde nuestra llegada, Enrique (amigo y compañero de viaje) tras casi 24h desde que salimos de nuestra casa, no hemos dejado de sorprendernos viviendo con mucha intensidad cada momento. Sobre todo lo que más destacamos es la acogida de la gente y como se han desvivido por nosotros para enseñarnos su país y en lo que están comprometidos. También nos ha resultado sorprendente como nos han relatado los sucesos más combulsos de su pueblo, vividos muchos de ellos en primera persona.


Hemos podido dejarnos llevar por el encuentro con varias personas que trabajan en diferentes proyectos. Acompañados siempre por personas que pertenecen a las Comunidades Eclesiales de Base de San Salvador: Ana Mirian, María Isabel y Severiano. Las cuales, por medio de la creación de la Asociación Nuevo Amanecer, nos mostraron el trabajo de atención a menores en una escuela infantil para niños y niñas, de las siete que tienen en la ciudad. Contándonos también como están empoderando a jóvenes, mujeres y demás miembros de los barrios para mejorar sus condiciones de vida mediante el desarrollo comunitario. Para más tarde acompañarnos a una finca en una zona rural donde cultivan y recolectan café y bálsamo para tratar de ser autosuficientes. 
También tuvimos oportunidad de conocer a Walter, director de la residencia de estudiantes universitarios que tiene Jovesolides en San Salvador. Realidad que surgió del Colegio Mayor de La Coma (Valencia), acogiendo estudiantes no solo latinoamericanos para que estudiaran en Valencia sino también a jóvenes españoles a cambio de participar en labores de acción social de esta barriada de Paterna. Decidiendo seguir haciendo lo mismo también en San Salvador.

El sábado estuvimos por el centro visitando la catedral, comprobando así las diferencias dentro de la misma iglesia de El Salvador. Por otro lado visitamos la Universidad Centroamericana (UCA) donde asesinaron a un grupo de jesuitas españoles (1989), el más nombrado es Ignacio Ellacuría, rector de la misma. Todos ellos mártires a manos del ejército a causa de vivir su fe, siempre por defender su opción por los más pobres. Aunque mención también distinguida en este sentido la del asesinato de Monseñor Romero (1980), así como la de otros muchos que lucharon por la justicia y la paz en este país. Pudiendo comprobar como su espíritu y recuerdo sigue vivo en el corazón de muchos salvadoreños y en toda América Latina. Siendo verdaderamente impactante para mí.


Hoy, domingo, hemos tenido oportunidad de pasar todo el día con Arnoldo y su familia. La cual nos ha seguido enseñado algunos rincones de la ciudad que no conocíamos, dentro del "caos en orden" que es todo San Salvador. 

Como comprenderéis me resulta especialmente difícil describir tantos detalles y sensaciones vividas. Después de comprobar y pudiendo afirmar que aquellos que lucharon por la libertad, la justicia, la paz... entregando su vida, nunca se les podrá llamar muertos.