martes, 15 de julio de 2014

Saludo


Este fin de semana pasado, en las CEB, celebramos el ya tradicional Saludo de los Cristianos a la Revolución, una semana antes del día 19 de julio, Día de la Revolución en Nicaragua. Celebrando el triunfo de la lucha el paso a la libertad, en la que el pueblo unido consiguió derrocar la dictadura de la familia Somoza después de más de 40 años de opresión. Sucediendo así otras luchas que siguieron después para mejorar las condiciones de vida de los nicaragüenses.


Quizá hablar de Revolución para algunos suene fuerte más si no se conoce la historia de Nicaragua como de otros tantos pueblos. Para la mayoría de nicaragüenses es especial este día por lo que representa. Como para muchos miembros de las Comunidades también, ya que muchos/as lucharon de una forma u otra para conseguir la libertad. Donde esa liberación iba y va totalmente unida a la fe, sintiéndose identificados/as en un Dios liberador, encarnado en sus vidas, en sus sufrimientos y alegrías, hoy también. Muchos y muchas fueron los que clandestinamente se reunían no solo para celebrar su fe sino para organizarse y colaborar en diferentes tareas. Hubieron quienes sirvieron en la guerra que favoreció después EE.UU. para tratar de hacer fracasar la voluntad de un pueblo (70.000 jóvenes murieron de una población de algo más de 3 millones en aquel entonces), en las cortas de café para poder garantizar salud y educación (como Felipe y Mary Barreda), o en la cruzada de alfabetización (reduciéndola de un 70% a menos de un 30%).


Pero esta fiesta del Saludo no quiere ser solo un recuerdo de quienes lucharon e incluso entregaron su vida no solo por unos ideales sino también a causa de su fe comprometida en una vida digna para todos/as. Este año se quiso poner el acento en el papel de la mujer en lo que contaba anteriormente y en situación actual (y de siempre) de la mujer, víctima de la violencia machista y patriarcal. En Nicaragua en lo que llevamos de año ya han muerto 48 mujeres a manos de su pareja. Y es que la violencia de género e intrafamiliar es una lacra en Nicaragua como en el resto de América Latina, no solo hablando de los femicidios siendo esta la consecuencia más fatídica. Sino como si de un termómetro se tratara se pueden comprobar numerosos tipos de violencia a las que se ven abocadas las mujeres, desde un piropo soez a un comentario machista, desde la violencia física y psicológica a la económica y laboral. Situaciones todas ellas que acompañamos cada día en nuestro trabajo en el Proyecto Samaritanas.


En nuestra celebración quisimos recalcar y denunciar toda esta violencia, lo hicimos comenzando por una serie de números culturales compuestos de bailes y de las presentaciones de cada una de las Comunidades. Destacando cada una de ellas a un mujer en la Biblia. A nuestro Proyecto Samaritanas le tocó la mujer Samaritana, como no podía ser de otra forma jajaja. Y a Valle Dulce también nos tocó representar que Dios va más allá de todo género en cómo se le ha representado históricamente unido a la imagen masculina, por medio de un baile quisimos mostrar que Dios es Padre y Madre.


También en la Eucaristía, muy participativa, estuvo cargada de gestos y símbolos, los cuales al final se tradujeron en diferentes compromisos que presentaron las comunidades al respecto.

Fue llamativo como se representó el evangelio por medio de cuatro mujeres que hicieron de encorvadas, por cuatro telas negras cubiertas por diferentes tipos de violencia a los que se ven sometidas las mujeres, y al encontrarse con Jesús las liberaba del mal que las oprime. Y es que es así como queremos a las mujeres libres, autónomas e independientes, en igualdad, siendo respetadas en sus derechos. Por ello también todos los hombres presentes pedimos perdón por el machismo del cual somos partícipes.



A continuación para acabar, extraigo algunas líneas de nuestra proclama al final de nuestra celebración: Sueño una Nicaragua libre de machismo… que mire a las mujeres no como objetos sino como sujetas autónomas y libres; que valore a las mujeres no solo como reproductoras sino constructoras del Reino de Dios; que las acepta no como inferiores sino como iguales en todo; que no las pone detrás sino junto a los hombres para construir juntas y juntos la historia; que no son discriminadas por la Iglesia ejerciendo los mismos roles y funciones que los varones… No dejemos de soñar despiertos para que cada día sea más realidad. Y tú, ¿qué más sueñas?

2 comentarios:

  1. Una vez mas... Gracias Pablo por tu testimonio y entrega. Abrazos con afecto.

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  2. Mi querido Pablo:
    Inmersa en el día a día en mis acompañamientos a las maestras de preescolar, se me olvidó totalmente este día que el año pasado tuve la gran suerte de compartir con nuestra Querida Marycruz fue un día precioso el que recuerdo de compartir con aquella Comunidad de S. Ramón que nos recibió con tanta alegría y nos compartió su Eucaristia y su saludo con el padre Arnaldo.

    Miles de gracias por compartir hoy con todos y todas este SALUDO que con tanto cariño hicisteis y sobre todo COMPROMISO

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