No hay fiesta que se precie sin queque (pastel), más si es de cumpleaños. Me ha llamado la atención, desde que estoy aquí, cómo algunas personas me han contado que desde que eran pequeñas nunca se les celebró el cumpleaños. Nunca tuvieron un queque. Siendo así que cuando ya fueron adultos, y se les celebró por primera vez, sintieron una gran alegría… llegando hasta abrazar el queque en sus brazos entre lágrimas de emoción y agradecimiento.
Este
martes pasado era el cumpleaños de una de las participantes en los talleres de
Samaritanas. Cumplía 15 años (ya sabéis, como os conté, la importancia que
tiene celebrarlos al llegar a esta edad y más si se es mujer). Por lo tanto, al equipo se le ocurrió la brillante idea de comprar un queque, para que al
acabar el taller pudiéramos celebrarlo aunque fuera sencillamente.
Y
así fue, al finalizar nuestra evaluación, todos y todas cantamos el “Estas son
las mañanitas” en honor a la cumpleañera (aunque mejor dicho hubiera sido las
“tardecitas”, por la hora del taller). El cual siempre acaba con el añadido por parte de todo el mundo
“Ya queremos pastel y coca-cola también”, entonado en lugar de cómo se conoce
el tradicional canto de “Cumpleaños feliz”. Al terminar dijo ella, medio
triste, a modo de información: Pero yo no
tengo queque… Fue entonces cuando salió una persona del equipo por detrás con el
queque. ¡Qué alegría por parte de todos, y más por la suya!
Después
de las fotos con todos/as, se partió y repartió el pastel; el cual era
rectangularmente grande. Todos/as felices y contentos, más también sus hermanos
y su madre allí presentes. Todos comimos hasta saciarnos (Cf. Mc. 8, 1-10).
“¡Qué empachón!” decía su hermana, con cara de una gran satisfacción mientras
se chupaba los dedos.
Aunque
en ese día éramos menos que otras veces, poco más de 15 personas, llegó a
sobrar más de medio queque. Comentando su otro hermano inocentemente, cuando ya
se habían marchado todos los demás niños/as y preadolescentes: “¡y ha sobrado y
todo!” (Como diciendo: “¡qué suerte y nos lo vamos a llevar a casa!”). Un hogar
compuesto enterito con chapas de zinc, de aquí y de allá, y con el piso de
tierra; en el que cada día se cuentan los “reales” para poder comer.
Y
yo no me dejo de preguntar: ¿qué importancia le damos a un pastel? Quizá no
deje de ser un añadido, sin mayor importancia, que no puede faltar para no
perder la costumbre. Pero qué detalle cuando desde lo pequeño compartimos lo
pequeño, y además lo valoramos. Y así tantas cosas y hábitos nuestros de cada
día ¿No es todo esto un pequeño guiño de una promesa que consiste en que tengamos
no solamente vida, sino que la tengamos en abundancia? ¡Feliz cumpleaños digno!
HOla Pablo, qué bonito lo que nos cuentas en este mensaje. Y al mismo tiempo también qué triste. Imagino que estas cosas que tan normalmente en algunas vidas se celebran, debe causar indignación descubrir que hay otros que no lo pueden tener. Qué contrastes. Ahí te ha querido poner el Señor, para que en estos años tu vida sea un Queque para los que no lo han tenido nunca. Un regalo también para ti.
ResponderEliminarPor aquí no faltan los queques o sucedaneos, aunque la pena es que se viven como más rutinarios y sin valorar demasiado lo que significa que a tu alrededor haya gente celebrando contigo tu vida. Un poquito de conversión no nos iría mal.
El curso va avanzando, ahora estamos ya de lleno preparando el II Foro de evangelizadores. En salesianos.edu verás el banner, hay un vídeo para motivarlo.
Estoy animado con lo que vamos haciendo y me encuentro muy bien.
Un beso y sigue creciendo. Unidos en la oración
Fer.
Así lo voy sintiendo en el día a día, como comentas, al menos eso procuro y forma parte de mi crecimiento, de mi vida compartida.
EliminarMañana tenemos el Festival Ecológico Nacional, va a ser algo grande, en el que llevamos varios meses preparándolo. Hasta el diario más importante del país, como otros medios, se han hecho eco Los jóvenes están muy ilusionados y con ganas, logrando motivar otra vez a gente que venía reivindicando algunas cuestiones ecológicas, y parecía que estaban bajando los brazos. Siento, en este sentido, cómo las Comunidades está siendo como sabia nueva, como levadura en la masa. Qué bueno y qué genial va ser disfrutar el día de mañana.
Me alegro de lo que me cuentas, del Foro, he podido verlo en .edu. Es una muy buena iniciativa de la Pastoral, que ayuda a dar mucho fruto. Pero sobre todo, me alegro que estés motivado y que te encuentres bien, eso es lo mejor, que acompañado al Foro, le da una fuerza grande.
Un beso Fernando, seguimos compartiendo nuestra VIDA (con mayúsculas y con minúsculas también jajaja) Pablo
Hola Pablo, ya estoy aqui de nuevo para compartir tus experiencias que bonito el cumple y que bueno que tu lo compartas con ellos y a la vez con los que desde aqui te seguimos y te recordamos con tanto cariño.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte, sabes que sigo rezando porque todo te vaya bien.
Me alegra poder compartir contigo Marisol, que puedas estar ahí para ello. Gracias por tus palabras, siempre de ánimo. Y sobre todo por tu oración, que se nota, puede que mi compartir en el blog sea un reflejo de la Vida que me acontece por aquí. Un fuerte abrazo y seguimos... Pablo
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