domingo, 30 de marzo de 2014

Buen Trato


El fin de semana pasado celebramos intensamente el 34 aniversario del martirio de Monseñor Romero, del que ya os conté el año pasado por estas fechas. Pero este año dicha celebración tuvo lugar en el Cerro Mokorón, donde celebramos también el Festival Ecológico en octubre, sirviendo para alzar y comprometernos proféticamente como Comunidades Eclesiales de Base (CEB) en el cuido de la Naturaleza. Renovación del compromiso que tuvo su culmen, después de los números culturales y la creativa eucaristía, con una marcha con candelas y un gran círculo que nos unía a todos con este propósito. Iluminados por el fuego vivo de este profeta contemporáneo ya no solo de El Salvador y de América Latina especialmente, sino de todos los pobres de esta Madre Tierra.



Y aunque parece que siempre estamos de fiesta, como dice mi abuelo, y como nos gustaría también, que cada día lo fuera… Este sábado tuvimos el Festival del Buen Trato, iniciativa promovida por la Red Bienestar de “VIVA, juntos por la niñez”. Una de las tantas redes en las que estamos los Proyectos de las CEB, pero con la particularidad que esta está conformada por organizaciones con una identidad cristiana, ya sea evangélica o católica, por la protección de la niñez. Un compartir bonito en el que ya no solo se queda en buenas intenciones, sino en el sentirnos unidos por nuestra fe y sobre todo por el compromiso compartido de favorecer el mejor crecimiento a los niños/as y adolescentes que participan en nuestros Proyectos y Organizaciones. Este festival es solo un pequeño ejemplo de otras tantas iniciativas y coordinaciones que se llevan a cabo en esta experiencia ecuménica.


En este Festival, retransmitido también por un canal de TV y que tuvo lugar en nuestra Casa Juventud de las CEB, se quisieron reunir algunas de las motivaciones anteriores, así pues se representaron diferentes números culturales como cantos y bailes, una pequeña reflexión bíblica, juegos varios… y como no podía faltar: la vacuna “antipegánica”. La cual por medio de un caramelo y una cartilla de vacunación nos recuerda a todos el buen trato que nos merecemos todos, especialmente los niños/as y adolescentes, desde las siguientes palabras.



Por lo que recordamos lo importante que es escucharnos con toda nuestra atención, sin enjuiciar ni criticar. Creer a los niños/as cuando nos hablan de asuntos que los afectan, especialmente cuando es de maltrato. Incluirlos, en especial a aquellos y aquellas que tienen alguna discapacidad y viven discriminación. Protegerlos, cuando su derecho al buen trato no es respetado y porque también depende de nosotros que las cosas sean diferentes. Y denunciar situaciones de maltrato buscando ayuda en otras personas o instituciones. Recordando todo esto celebramos así el compromiso que nos une.

sábado, 15 de marzo de 2014

Casa Hogar


Esta tarde celebramos los quince años de Casa Hogar, pero no solo de la casa sino también de 5 adolescentes que cumplían sus quince años, que están acogidas en ella. Por lo que ha sido una celebración por lo que todo esto significa. Quince años son quince años, tanto para un proyecto de protección como Casa Hogar, como para cualquier adolescente una fecha importante y un cumpleaños que no es cualquiera. Ya el año pasado más o menos por estas fechas escribía sobre lo importante que es cumplir y celebrar los quince años para una adolescente. Creo que nos podemos imaginar la mayor relevancia que puede suponer para cada una de ellas, como cada logro en su vida, si conocemos un poquito la naturaleza de este maravilloso proyecto de las CEB, Casa Hogar.

La casa Hogar, está pensanda como un espacio de cuidado y protección preventivo donde pueden llegar a vivir unas 30 niñas y adolescentes (entre los 8 a 17 años por lo general) en situación de alto riesgo, provenientes de diversos lugares de Nicaragua.


Estas niñas y adolescentes han vivido diversas historias de explotación, violencia, maltrato, de parte del círculo familiar, generando ambientes físicos y psicológicos que atentan contra ellas mismas y que en corto plazo podían convertirse en situaciones mucho más graves. Por ello el proyecto pretende brindar un espacio de las condiciones psicológicas y la oportunidad de vinculaciones afectivas y desarrollo de su persona a través de la cercanía y trato amoroso de parte de las educadoras y responsables, lo que permite en la medida de lo posible que las niñas y adolescentes vivan en un ambiente familiar. También del acompañamiento psicológico profesional que aporte al proceso de superación de heridas emocionales en las historias dolorosas de las niñas y adolescentes.


Y es que no deja de ser llamativa la alegría, la amabilidad y la cercanía que manifiestan muchas de las jóvenes que llevan ya un tiempo en la Casa. Así como la confianza que manifiestan de poder seguir caminando en sus vidas, con esperanza renovada y con todo un camino por delante. Es un regalo, o mejor dicho un verdadero milagro, descubrir como se pueden regenerar y superar heridas tan fuertes como las que han vivido estas niñas y adolescentes, recuperando su dignidad. Como también reconocer el testimonio, de alguna amiga, que ya adulta sigue trabajando por otras que están en la actualidad en situaciones parecidas a las que ellas pudieron vivir y superar. Espero que al leer estas líneas, puedas no solo a imaginar, sino sentir como en esta vida compartida podemos llegar a identificarnos con estas mismas palabras que se hacen con el tiempo realidad: "Y tomando a la niña por la mano, le dijo: Talita cum (niña, a ti te digo, ¡levántate!). Al instante la niña se levantó y comenzó a caminar, pues tenía tan solo doce años. Y al momento todos quedaron completamente atónitos". Mc. 5, 41-42