La
visita de mi familia en estas semanas pasadas fue uno de esos regalos que no
tienen precio. El hecho de poder compartir todos estos días fue un regalo. Mis
padres y mi hermano David estuvieron aquí desde el 11 al 28 de agosto, pudiendo
compartir la realidad del día a día, poniéndole rostro y nombre. Así como
también que pudieran conocer otros bonitos lugares de Nicaragua, comprobando el
fuerte contraste que conforma este pequeño país, en todos los sentidos.
En
la primera semana, yendo sin prisa pero sin pausa y venciendo al cansancio;
estuvieron fundamentalmente en el Proyecto Samaritanas, pudiendo conocer su
actividad y sobre todo a mis compañeras y algunas de las mujeres, niños/as y
adolescentes que participan del mismo. Acercándose de este modo un poquito a su
realidad. Llegando mi madre hasta brindar un taller sobre el ciclo menstrual,
con la ayuda de Andrea y Cristina, voluntarias de Setem Madrid que estuvieron
con nosotros el mes pasado también.
También
en estos primeros días pudieron alternar y conocer los otros proyectos por la
vida de las CEB de Managua, (ya conocidos por vosotros/as en entradas
anteriores). Así como participar en algunos espacios y momentos de las
Comunidades, de este modo participamos en la celebración de las Comunidades de
Masaya, en la reunión de los lunes de las Comunidades de Managua, de la vida
cotidiana de Valle Dulce o de un encuentro musical organizado por el bueno de
don Luciano en su Comunidad de la Nicarao, también en Managua. Como también
participar en la Eucaristía en el Centro Cultural de Batahola Norte.
No
solo nos quedamos en Managua. También fuimos a León donde conocimos sus calles,
casas e iglesias de origen colonial, su catedral que es patrimonio de la
humanidad y visitar el Pacífico desde la costa de Poneloya, gracias a mi amiga
Alicia, con quien pudimos compartir también el almuerzo en su casa y con su
madre doña Teresa. De igual modo nos pasó en Masaya con Kora y su familia,
pudiendo antes disfrutar mi hermano de unas clases con el artesano que le hizo
la marimba. También en Masaya pudimos asistir a una de las verbenas de folclore
y del mercado de artesanías. Y antes de visitar Granada, otra de las ciudades
importantes del país, fuimos a disfrutar de la Reserva Natural Montibelli en
Ticuantepe, cercano a Managua, pueblo de María de Lourdes y de Tina. Allí
pudimos compartir la naturaleza el equipo de Samaritanas, aprovechando para
despedir a Bene. Compañera de Entreculturas que nos visitó también el pasado
mes, ella estuvo también en Samaritanas los dos años anteriores a llegar yo.
Muchos
de los lugares que estamos mencionando ya los hemos compartido de igual modo en
entradas anteriores, como es el caso de Granada. Allí además de recorrer sus
calles, visitar un museo dedicado al chocolate, pudimos acercarnos a las
isletas. Y de Granada fuimos a la isla de Ometepe, totalmente relajante,
totalmente paradisíaco. Donde pudimos bañarnos no solo en el gran lago
Cocibolca, sino también rejuvenecer en las piscinas de agua volcánica de Ojo de
Agua.
Por
último nos fuimos para el norte del país, a Matagalpa, concretamente a la
Reserva Natural de Selva Negra. De este lugar sí que no os he hablado. Se trata
de… mejor ver este video:
Todos
estos lugares nos ofrecieron la panorámica de contrastes naturales que posee
Nicaragua, uno de los países con más biodiversidad del mundo. No siendo los
naturales los únicos contrastes, sino también la realidad humana de cómo vive
la gente, y en particular de la pobreza. Lo cual nunca es fácil y no deja de
ser una confrontación que se puede vivir de diferentes maneras y tomar de igual
modo actitudes diversas ante la misma. Pero nunca ser indiferentes. No es fácil
y así lo comprobó mi familia, al igual que querer comprender toda una cultura
en tan poquito tiempo. Para poder hacerlo es necesario desaprender y aprender
una nueva mirada, que vaya más allá de nuestros patrones. Pero al mismo tiempo
y en el tiempo que estuvieron, siento que había siempre un continuo
cuestionamiento de fondo, no solo como creyentes, sino ya como personas, seres
humanos… ¿Qué hacemos de la pobreza? ¿Qué
hacemos del pobre pobre? Como dice el comprometido y veterano obispo en
Brasil, Dom Pedro Casaldáliga. ¿Podemos vivir sin compasión, sin preocuparnos “de
sentir con” quien menos tiene y más sufre? ¿Podemos vivir nuestra vida dejando
de ser prójimos, es decir, sin ser próximos con quien más lo necesita en
nuestros barrios, ciudades… nuestro mundo? Felices
los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Mt. 5, 3.
Despedirse
no es fácil, como todas las despedidas, más cuando se está tan lejos. Pero no
hay que dejar de valorar lo bueno que fue que pudiéramos compartir todos estos
días, siendo partícipes aunque fuera un poquito de esta realidad, mi realidad
presente durante todo este tiempo que llevo abriendo esta pequeña ventana al
mundo de La Quinta. Mi hermano David lo resumió bien fácil al despedirse, en
sus palabras: Ojalá pudiéramos con una
grúa llevarnos Valle Dulce, a Arnaldo y la UCA (Universidad Centroamericana) y
al Proyecto Samaritanas. ¡Qué sencillo suena! ¿Verdad? Siento que esa grúa
existe… se llama corazón.
Y ese David, donde anda que no he vuelto a saber nada de el. Un abrazo fuerte y encantada de haber podido compartir con ellos. Un beso para vos
ResponderEliminarBene Bene, gracias a vos, por estar ahí acompañando también, desde detrás muchas veces en esos días. Le voy a mandar tu número a mi hermano para que te llame un día de estos. Un fuerte abrazote y seguimos caminando conectados por un mismo lugar y una misma pasión.
EliminarQuerido Pablo: una vez mas te hacemos llegar nuestro saludo y alegria por este encuentro tan maravilloso. Es una buena interpelación a la realidad. Gracias por tu reflexión final, no está lejos de lo que nos cuestionamos en Nazaret.
ResponderEliminarUn abrazo lleno de amor de toda la gente que te recuerda por aquí.
Muchas gracias Gloria, es un buen estímulo lo que me dices, que sigamos comprometidos desde nuestro vivir y sentir desde nuestro pequeño Nazaret (como el de todos), nuestro principio y fundamento, nuestro origen que nos hace vibrar y vivir. Saludos a Cris tb. Muchos besos y abrazos. Seguimos...
EliminarHola Pablo:
ResponderEliminarYa veo que estas eufórico después de la visita familiar...; oye, me gustaría saber que has decidido respecto a la beca del Ministerio...; porfa dime algo en breve por si puedo echarte una mano en temas de papeleos, etc. Creo que es una buena oportunidad para ti, así que espero que en breve tener noticias tuyas al respecto...¡muchos ánimos! y decirte que me han dado una sana envidia tus papis allá.., ¡anda que no me gustaría a mi hacer algo similar!
Un abrazote fuerte y hasta tus noticias,
JavierD
Gracias, Pablo por la ocasión de recordar esta querida tierra de Nicaragua, escuchar sus marimbas, y escuchar lugares tan hermosos como San Juan, Masaya, Matagalpa, Managua. Me alegro que tus padres y tu hermano David hayan podido disfrutar de las bellezas de esta tierra, y sobre todo conocer a los/las nicaragüenses, siempre simpáticos, habladores e imaginativos.
ResponderEliminarQuerido Pablo, solo desirte que tu corazón de niño, nos regala las mejores reflexiones hechas desde una sencibilidad solidaria.... Gracias Amigo..
ResponderEliminarJajaja Muchas gracias, niña. No solo por tu comentario. Un fuertísimo abrazo, Pablo
Eliminar