martes, 13 de agosto de 2013

Cerro Negro



Este fin de semana lo hemos podido compartir los compañeros y compañeras de Entreculturas en Nicaragua. Chaveli, Toni y Fernando en estos meses a través de “Experiencia Sur”  y quienes estamos durante más tiempo a través de VOLPA, Pilar y un servidor.


El sábado nos encontramos en León, donde se celebraba el festival nacional de teatro de FE Y ALEGRÍA. Fundación de los jesuitas que promueve la educación, facilitando este derecho a través de diferentes proyectos. La mayoría de ellos en forma de escuela que favorecen así el acceso a la misma, sobre todo en entornos rurales. En lo que fue el festival, de cada lugar hubo al menos una representación elaborada y representada por los mismos chavalos y chavalas. Escogiendo temas que les preocupan porque forman parte de su realidad, como la igualdad de género, la prevención de enfermedades sexuales, el bulling, la conservación del medio ambiente… Fue muy bonito comprobar su iniciativa y creatividad, además de su compromiso social a la hora de tratar estas cuestiones tan importantes para todos/as.

Después de haber disfrutado del teatro, al atardecer, nos dirigimos a Lechecuagos, comunidad rural cercana a la ciudad de León. En la cual Pilar y Fernando están realizando su servicio de voluntariado en la escuela de Fe y Alegría y los diferentes Núcleos Educativos Rurales. Sintiéndonos todos acogidos en algunas de las casas de la comunidad, compañeros suyos; como en la casa de Benito en la que nos quedamos Toni y yo.


Al día siguiente, domingo, nos levantamos a las 4.30h de la mañana para emprender marcha desde donde estábamos hasta el volcán Cerro Negro, que distaba de allí unos 12km. Pudiendo comentar especialmente con Benito y Rosibel, también profesora de la escuela, la importancia que tiene el Cerro Negro, como seña de identidad. A pesar que la comunidad no recibe ningún beneficio de la explotación del parque. Me gustó mucho que nos pudieran acompañar.



El Cerro Negro es uno de los volcanes más activos y jóvenes de Centroamérica. Su nombre se debe, como podéis comprobar, al color negro y rocas que lo forman; como también me dejaron al acabar el día.



Ya una vez dentro del parque natural del volcán pudimos iniciar la ascensión al mismo. Disfrutando sus imponentes contrastes, para mí, entre el verde de la vegetación y el color negro del propio del Cerro. Sintiendo la dureza primero del magma petrificado y después de la arena y piedra granulada, cómo no, también negras. Qué espectáculo de la naturaleza comprobar la orografía del volcán, con cada una de sus vertientes, algunas de sus chimeneas humeantes, su cráter… el calor de la tierra y de vez en cuando un olorcillo de azufre. Siendo incomparable. En dos palabras: “im-presionante” este monumento de la naturaleza.


Para finalmente realizar la bajada del mismo, generalmente por lo que más se le conoce, quitándole quizá importancia al tesoro que supone en sí Cerro Negro. Aquí nos tenéis bajando pendiente abajo, haciendo un poquito el cabra que dicen que no bieeeenee mal.

2 comentarios:

  1. Inmersión en el mas amplio sentido de la palabra...
    ¡Viva lo natural! Besos

    ResponderEliminar
  2. Lourdes Valenzuela27 de agosto de 2013, 1:36

    Que buena onda... me ha encantado veros!
    que buenos recuerdos, y que bien que hayas estado con la gente de Experiencia sur.
    besos Lourdes

    ResponderEliminar