¡Qué
bonito y alegre el poder disfrutar de los símbolos patrios! Como no podía
faltar a la cita acudieron: la bandera, la flor de zacuanjoche, el
guardabarranco o el madroño como ave y árbol nacionales. Por no mencionar a
todos los productos hechos a base de maíz, siendo el más característico el
pinolillo (bebida elaborada de dicho cereal). Acompañado todos ellos por los
sonidos de los tambores de guerra interpretados por los niños/as y adolescentes
de los colegios e institutos, conjuntados con sus bailes. Todo símbolo no solo
da significado sino que ayuda a dar color a una cultura, a un país que se
celebra así mismo; ensalzando en estos días los 192 años de la Independencia. La
“no-dependencia”, o mejor dicho de la lucha por la libertad.
Lo
que me habían enseñado de pequeño sobre Historia, referido a América, que yo
recuerde era poco más que la llegada de Colón (promocionada como
“descubrimiento”) y las tristes consecuencias, de explotación y de dominación,
que se sucedieron después. Acababa, salvo en algunos acontecimientos
posteriores, en la Independencia en 1821 de gran parte de los territorios que
dependían de la metrópoli española. Entre los cuales se encontraba Nicaragua.
¿Acabada?
Desde
entonces, este pequeño país que me acoge, no ha dejó tampoco de seguir luchando
por su identidad y libertad como pueblo. Tras una corta anexión al imperio
mexicano, en 1824 formaría la Federación de Provincias Unidas de Centroamérica
de donde saldría como república independiente en 1838. Mientras tanto los
ingleses tuvieron un área de influencia en la costa atlántica, mediante un
protectorado sobre la supuesta monarquía miskita.
La
división entre las dos oligarquías: conservadora (unida a los grandes
latifundistas azucareros y cafetaleros) y la liberal (unida a pequeños
comerciantes, artesanos y demás profesiones); conjuntamente a la debilidad de
las estructuras políticas poco sólidas, fragmentadas y enfrentadas, favoreció
el interés de los EE.UU. mediante William Walker. El cual intentó proclamarse
presidente de Nicaragua e instalar un sistema de esclavitud ya extinguido en
otros territorios. Dicha pretensión fue dormida en 1860, despertándose en 1910.
Comenzando un intervencionismo directo, llegando a ocupar el territorio desde
1912 a 1925. Dicha ocupación fue respondida por Sandino (del que ya os he
hablado) hasta 1934, año en el que último marine
abandonó el país. Mismo año en el que es asesinado por la Guardia Nacional y su
comandante Somoza, quien había organizado una cena entre Sandino y el
presidente Sacasa, todo ello perpetrado disimuladamente por los norteamericanos
nuevamente.
Sandino
asesinado y Somoza se autoproclamó presidente. Cuya saga familiar gobernó
despóticamente con injusticia y desigualdad el país. Ante la cual la
resistencia popular se organizó consiguiendo la victoria con la Revolución en
1979. Se formó entonces una Junta de Reconstrucción Nacional presidida por
Daniel Ortega, actual presidente. Siendo intercalado por varios gobiernos
liberales. Cuando ya parecían tiempos de libertad y de independencia, la
ingerencia norteamericana no había terminado, ya que durante casi diez años.
Desde 1981 apoyó la desestabilización del nuevo régimen democrático a través de
una guerra, la llamada contrarrevolución.
Después
de lo vivido y leído, nos seguimos preguntando hoy, ¿podemos seguir hablando de
independencia? ¿Dónde quedan las luchas por las libertades de los pueblos? Ante
las presiones internacionales de una globalización económica neoliberal, en la
que siguen existiendo los imperios que quieren seguir ejerciendo un orden
desigual.
¿Y
cada uno/a de nosotros/as somos libres? ¿De qué o quién dependemos? Cuando
nuestro mayor enemigo podemos ser nosotros mismos/as… Nuestros miedos, apegos y
creencias nos oprimen y no nos dejan crecer. Cada uno/a debería conocerlos
mejor que nadie. ¿Nos conocemos? La libertad no deja de ser un eterno camino
que siempre merece la pena emprender. Como decía el Che: “¡Hasta la victoria siempre!”.
Querido Pablo:
ResponderEliminarTe estas haciendo del lugar... me alegro mucho, por lo que estoy leyendo estas disfrutando mucho de tu experiencia y descubriendo una bonita realidad...
Gracias por tus reflexiones... sin ninguna duda nos ayudas a asomarnos por esta ventana a tu gran experiencia...
un fuerte abrazo amigo...
Querido Javi, así es, ese es mi propósito, para quienes os queráis acercar a esta pequeña ventana. Así es, la estoy disfrutando mucho y más que quiero seguir disfrutándola. Te mando otro fuerte abrazo, amigo, para que en este inicio de curso no te falten ilusiones por las cuales seguir luchando y contagiar a quienes tienes a tu lado. Gracias por estar cerquita de mí ; ) Pablo
EliminarEstimado Pablo gracias por tu comentario, te veo cada vez mas nacionalista, me alegra. Hoy hemos entrevistado a Jorge, el hijo de Alicia y a Josefin Repetto como candidatos para el Voluntariado en Asti. Hasta pronto.
ResponderEliminarGracias Enrique. ¡Qué bueno lo que me cuentas también! Muchos saludos para ellos, como para el resto del equipo. Me acuerdo de vosotros/as. Seguimos compartiendo, mientras con un abrazo que te mando.
EliminarGracias Pablo, que no se nos olvida esa historia de lucha por la justicia! Ana
ResponderEliminarAhí estamos, Ana!! Que no cese, la lucha sigue.
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