lunes, 10 de noviembre de 2014

Fe y Alegría


Hace más o menos de un mes pude participar en el encuentro ignaciano en Managua que suele haber periódicamente, en esta ocasión se presentó Fe y Alegría y su quehacer con motivo de su 40 aniversario en Nicaragua, compartiéndolo con las otras obras de la Compañía de Jesús. No era algo nuevo, al menos para mí, ya que formando parte de Entreculturas (EC) son muchos los aportes que muchos/as voluntarios/as han realizado y realizan en toda América. Siendo Fe y Alegría y Entreculturas dos grandes aliadas mutuamente, una apuesta para el cambio en el mundo desde la educación.


Un ejemplo cercano no solo es el de mis amigos/as y compañeros/as de la delegación de EC en Valencia, como a nivel nacional; en Nicaragua es el de Mari Cruz hace dos años y Pilar actualmente, que desde el programa VOLPA de EC han participado formando parte de esta red de educación popular. Así también otros/as voluntarias, algunos de ellos/as: Toni, Chabeli, Fernando, Gertru, María, Javier… que han podido nutrirse en los meses de julio-agosto gracias al otro programa de voluntariado internacional: Experiencia Sur.


¿Pero qué es Fe y Alegría? Para quienes no conozcan a partir de ahora ya sabrán que Fe y Alegría es un movimiento de educación popular y promoción social, extendida por toda Latinoamérica, que trabaja preferencialmente para, por y con los pobres para contribuir a través de su educación y promoción social a la transformación de la sociedad. Fundamentada en la fe, la justicia, la equidad, la libertad, la participación, la fraternidad, el respeto a la diversidad y la solidaridad. Donde las personas desde sus contextos tengan la oportunidad de educarse, desarrollar plenamente sus potencialidades y vivir con dignidad.

En Nicaragua cuenta con una red de 22 centros educativos en 9 municipios del país. Donde también se han iniciado procesos de formación con docentes y estudiantes de diferentes colegios públicos, siendo también un aporte con la intención de mejorar la calidad educativa del sistema escolar público.


Pilar me comentaba que siente, desde la vida compartida y entregada en estos casi dos años que vamos a llevar en Nicaragua, cómo Fe y Alegría es fiel a sus inicios trabajando para los más vulnerables y excluidos. Así se refiere uno de sus lemas más significativos: “Allí donde termina el asfalto”. Ahora vamos a preguntarle algo más a ver que nos dice, dándole las gracias por esta entrevista.


Pilar, ¿Cuál está siendo tu quehacer como voluntaria VOLPA en estos dos años? Mi experiencia de voluntariado en Lechecuagos, comarca rural del departamento de León, en la que está enclavado el Núcleo Escolar Rural (NER)  donde acompaño a 11 escuelas de Preescolar, es una clara opción de ello. La mayoría de las familias no tienen un trabajo estable y se vive en una situación de pobreza y vulnerabilidad por  el tipo de familias disfuncionales  en las que se desenvuelve su día a día. Muchos niños viven con su “mamita” (abuela),  incluso con alguna tía mientras sus padres están en Costa Rica, España o los Estados Unidos.

¿Qué está suponiendo el formar directamente parte de Fe y Alegría Nicaragua? Destacaría lo que ha supuesto para mí descubrir el Movimiento de  Educación popular y promoción  social. No solo se transmiten conocimientos sino que se pretende que los estudiantes y personas de la comunidad sean verdaderos agentes de cambio. El empoderamiento del que tanto oía lo he entendido en toda su dimensión. Se trata de que cada  sujeto sea el protagonista de su historia y se le ayuda para que desarrolle un pensamiento crítico que le permita participar como ciudadano en su entorno e intervenir en la transformación de la sociedad y por lo tanto luchar por un mundo más justo y equitativo. Desde una Educación de este tipo,  se trata de desarrollar  las cuatro dimensiones de la persona: Espiritual,  Ética,  Social y  Política y Ciudadana. Esto le permite tomar conciencia de su realidad y por lo tanto asumir el compromiso de trabajar en su comunidad para transformarla. Esta sensibilidad hacia el colectivismo me ha llamado poderosamente la atención pues es algo que yo creo que hemos perdido en nuestro país.


Desde esta experiencia, ¿cuál sientes que ha sido uno de tus mayores aprendizajes? Yo venía dispuesta a compartir y a servir, pero acompañar es mucho más importante. Es ponerte a caminar  al lado del otro, desde un plano horizontal. Entender sus concepciones desde su contexto. Es ser guía para que sea el acompañado el que valore cuáles son sus fortalezas y debilidades,  y  desde su proceso personal de transformación realice los cambios que considere necesarios para desarrollar sus capacidades para co-construir  con él. A mí esto me ha costado y me sigue costando porque mi cultura me ha enseñado a ser muy directiva.

¿Hay alguna persona que te haya marcado? Conocer al Padre Fernando Cardenal en Casa Nacional (que es como se llama a la oficina de Fe y Alegría  de Nica) ha sido para mí muy importante. Porque he tenido de la oportunidad de comprobar lo que es el COMPROMISO,  LA COHERENCIA y no perder LA ESPERANZA en mi quehacer diario. Su vitalidad, su entusiasmo, sus ganas de trabajar y seguir luchando por CAMBIAR VIDAS, es una continua fuente de motivación para mí.


Por último no os perdáis este vídeo…

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