domingo, 10 de agosto de 2014

Olla Común

Hace algunas entradas compartía mi reflexión acerca del hambre. Hambre es lo que está provocando la sequía por el fenómeno meteorológico del “Niño” que está retrasando el invierno caracterizado siempre por las intensas y frecuentes lluvias. Por lo que ha alterado el precio de muchos alimentos básicos como los lácteos, el tomate y el tan cotidiano frijol, entre otros. Sobre todo las consecuencias donde más se están notando es en los departamentos, donde la economía como sus gentes, en su mayoría campesina.  


Desde la CNP (Cristianos Nicaragüenses por los Pobres) la articulación nacional de las Comunidades Eclesiales de Base en Nicaragua, ya se ha puesto con las manos en la masa para tratar de apaliar esta crítica situación. Realizando una estimación por las zonas en las que estamos organizados, la suma de familias afectadas sería de unas 350. Para cubrir está necesidad apremiante haría falta de conseguir la estimación de casi 10.000€. Desde las Comunidades urbanas en la medida de nuestras posibilidades, estamos ya ahorrando o privándonos de algo, para tratar de apoyar en la medida de nuestras posibilidades a nuestros hermanos y hermanas que peor lo están pasando en el campo. Mucha es la necesidad puesto la primera cosecha ya se perdió en casi todos los lugares.



En relación a esta cuestión de vital importancia, desde hace tiempo quería presentaros el proyecto Olla Común de las CEB de Managua. Una pequeña respuesta, quizá insignificante en relación a todo el mundo, pero no por ello importante.


Este proyecto surge en 1990 y va dirigido a niños y niñas entre las edades de 6 meses a 6 años, que estén en estado de desnutrición o en riesgo. También se atiende a madres lactantes y embarazadas para ayudarle desde antes al niño o a la niña desarrollarse desde el vientre de la madre. Queriendo responder al crecimiento integral de salud, nutrición y educación en los grupos de población de alto riesgos, como la niñez, madres lactantes y embarazadas.


Las Ollas, como popularmente lo conocemos en las Comunidades, apuesta así a la recuperación nutricional por medio de una merienda balanceada enriquecida a base de soya (soja), aportando el 50% de nutrientes que el niño/a necesita.


Se cuenta en los comedores un espacio para realizar un proceso de Educación integral de la niñez con problemas de desnutrición. Este proceso va especialmente en la línea de su desarrollo físico y mental, en particular la estimulación temprana y de su capacidad psicomotora; y de relación positiva entre los mismos niños y niñas con los jóvenes y adultos, promoviendo su desarrollo por medio de un preescolar. Desarrollando talleres y actividades que ayudan a las mamás y a las personas del equipo a mejorar el nivel de vida de su familia y al mismo tiempo fortalecer el Programa Nutricional. Actualmente existen 6 comedores en barrios muy pobres, con una población de 340 niños y niñas, y una organización de 60 madres voluntarias, siendo estas un motor importante para el desarrollo del Proyecto y al mismo tiempo de la comunidad.


Finalmente, para cerrar esta entrada os dejo con este poema de Gabriela Mistral que se llama “Mi nombre es “Ahora”. Que el Dios de la Vida, que tiene especial debilidad por lo pequeño, por las y los más pequeños, dé pan a quienes no tienen y hambre de Él a quienes afortunadamente tenemos pan.

Estamos enfermos de muchos errores
y de otras tantas culpas,
pero nuestro peor delito se llama
abandono de la infancia,
descuido de la fuente de vida.
Muchas de las cosas que necesitamos
pueden esperar. El niño no.
El está haciendo ahora mismo sus huesos,
creando su sangre y ensayando sus sentidos.
A él no se le puede responder “mañana”

El se llama “ahora”.

domingo, 27 de julio de 2014

Granada


En estos dos meses de Julio y Agosto recibimos la visita de voluntarios que vienen de diferentes lugares, sobre todo de España. Quienes colaboran en los diferentes proyectos de las CEB en Managua, pudiendo compartir su tiempo también con diferentes familias de Valle Dulce que los han acogido principalmente. Así es el caso de Gertru y Andrés de “Experiencia Sur” de Entreculturas. Además de otras voluntarias que vienen de otras organizaciones como Setem o el Comité Monseñor Romero de Tarragona.


Hace un par de semanas parte de esta pequeña colonia española durante este corto tiempo, nos animamos a visitar la ciudad de Granada, también llamada la “Gran Sultana”. Bien antes pasamos por el volcán Masaya y ciudad. Allí nos asomamos a su cráter, que nos impresionó no por ver su profundidad sino por no poder vislumbrar nada a causa de los gases que emanaba. ¡Una gigante chimenea!


Ya en Granada, no la de Andalucía sino la de Nicaragua, pudimos disfrutar de la belleza de sus calles. Esta ciudad de origen colonial fue fundada en 1554 por Francisco Hernández de Córdoba a orillas del lago Cocibolca (también llamado Nicaragua) y del volcán Mombacho. Representa uno de los referentes monumentales y es una las ciudades más coloniales de Latinoamérica. La ciudad fue levantada junto al antiguo poblado indígena Xalteva, siendo una de las ciudades más antigua que se conserva en el mismo lugar de su fundación.




Durante la época colonial Granada se va consolidando como un puerto principal de Centroamérica, debido a la ruta trazada a través del lago y comunicando con el Atlántico por medio del río San Juan. Sobre todo es en el siglo XVII cuando se desarrollan los actuales parámetros urbanísticos y arquitectónicos españoles. Granada se constituyó en ese entonces como un importante centro comercial en Centroamerica. Por ello se sitúa en centro de interés de piratas y corsarios, llegando a ser saqueada por estos hasta en tres ocasiones. Uno de los más fuertes fue el incendio y saqueo en 1856 por William Walker, mercenario estadunidense que trató además de instaurar un sistema esclavista en Centroamérica.


Esta ciudad ha sido muy importante en la economía y cultura de Nicaragua. Fue la primera ciudad en tener tendido eléctrico, buenas condiciones de higiene, ferrocarril, teatro, el primer periódico del país, una educación para las mujeres… Pero también se caracteriza por ser una de las ciudades más conservadoras del país.


También pudimos visitar cerca de Granada las denominadas Isletas, un conjunto de 365 pequeñas islas muy próximas unas de otras, formadas en gran parte por la erupción del volcán Mombacho. En algunas de las islas hay casas de las familias más adineradas del país.



Qué bueno estuvo no solo conocer nuevos lugares, sino compartir con otros paisanos y paisanas todo un fin de semana intenso lleno de comentarios y de paseos. Algo que me llamó la atención fue ir por La Calzada, una de las calles principales de Granada, que me hizo sentir por unos instantes como si me encontrara en España, en cualquier paseo peatonal, con sus terrazas y la gente paseando tranquilamente…  

martes, 15 de julio de 2014

Saludo


Este fin de semana pasado, en las CEB, celebramos el ya tradicional Saludo de los Cristianos a la Revolución, una semana antes del día 19 de julio, Día de la Revolución en Nicaragua. Celebrando el triunfo de la lucha el paso a la libertad, en la que el pueblo unido consiguió derrocar la dictadura de la familia Somoza después de más de 40 años de opresión. Sucediendo así otras luchas que siguieron después para mejorar las condiciones de vida de los nicaragüenses.


Quizá hablar de Revolución para algunos suene fuerte más si no se conoce la historia de Nicaragua como de otros tantos pueblos. Para la mayoría de nicaragüenses es especial este día por lo que representa. Como para muchos miembros de las Comunidades también, ya que muchos/as lucharon de una forma u otra para conseguir la libertad. Donde esa liberación iba y va totalmente unida a la fe, sintiéndose identificados/as en un Dios liberador, encarnado en sus vidas, en sus sufrimientos y alegrías, hoy también. Muchos y muchas fueron los que clandestinamente se reunían no solo para celebrar su fe sino para organizarse y colaborar en diferentes tareas. Hubieron quienes sirvieron en la guerra que favoreció después EE.UU. para tratar de hacer fracasar la voluntad de un pueblo (70.000 jóvenes murieron de una población de algo más de 3 millones en aquel entonces), en las cortas de café para poder garantizar salud y educación (como Felipe y Mary Barreda), o en la cruzada de alfabetización (reduciéndola de un 70% a menos de un 30%).


Pero esta fiesta del Saludo no quiere ser solo un recuerdo de quienes lucharon e incluso entregaron su vida no solo por unos ideales sino también a causa de su fe comprometida en una vida digna para todos/as. Este año se quiso poner el acento en el papel de la mujer en lo que contaba anteriormente y en situación actual (y de siempre) de la mujer, víctima de la violencia machista y patriarcal. En Nicaragua en lo que llevamos de año ya han muerto 48 mujeres a manos de su pareja. Y es que la violencia de género e intrafamiliar es una lacra en Nicaragua como en el resto de América Latina, no solo hablando de los femicidios siendo esta la consecuencia más fatídica. Sino como si de un termómetro se tratara se pueden comprobar numerosos tipos de violencia a las que se ven abocadas las mujeres, desde un piropo soez a un comentario machista, desde la violencia física y psicológica a la económica y laboral. Situaciones todas ellas que acompañamos cada día en nuestro trabajo en el Proyecto Samaritanas.


En nuestra celebración quisimos recalcar y denunciar toda esta violencia, lo hicimos comenzando por una serie de números culturales compuestos de bailes y de las presentaciones de cada una de las Comunidades. Destacando cada una de ellas a un mujer en la Biblia. A nuestro Proyecto Samaritanas le tocó la mujer Samaritana, como no podía ser de otra forma jajaja. Y a Valle Dulce también nos tocó representar que Dios va más allá de todo género en cómo se le ha representado históricamente unido a la imagen masculina, por medio de un baile quisimos mostrar que Dios es Padre y Madre.


También en la Eucaristía, muy participativa, estuvo cargada de gestos y símbolos, los cuales al final se tradujeron en diferentes compromisos que presentaron las comunidades al respecto.

Fue llamativo como se representó el evangelio por medio de cuatro mujeres que hicieron de encorvadas, por cuatro telas negras cubiertas por diferentes tipos de violencia a los que se ven sometidas las mujeres, y al encontrarse con Jesús las liberaba del mal que las oprime. Y es que es así como queremos a las mujeres libres, autónomas e independientes, en igualdad, siendo respetadas en sus derechos. Por ello también todos los hombres presentes pedimos perdón por el machismo del cual somos partícipes.



A continuación para acabar, extraigo algunas líneas de nuestra proclama al final de nuestra celebración: Sueño una Nicaragua libre de machismo… que mire a las mujeres no como objetos sino como sujetas autónomas y libres; que valore a las mujeres no solo como reproductoras sino constructoras del Reino de Dios; que las acepta no como inferiores sino como iguales en todo; que no las pone detrás sino junto a los hombres para construir juntas y juntos la historia; que no son discriminadas por la Iglesia ejerciendo los mismos roles y funciones que los varones… No dejemos de soñar despiertos para que cada día sea más realidad. Y tú, ¿qué más sueñas?

lunes, 30 de junio de 2014

Hambre

El otro día visitando el zoológico con el grupo de niños/as y preadolescentes que suelen llegar a los talleres educativos de Samaritanas, al hablarnos la guía sobre los animales y con lo que suelen alimentarlos, una muchacha de unos 14 años me dijo entre un susurro: “Comen mejor que nosotros”. Más de una vez nos ha molestado la pobreza, mejor mirar para otro lado. Pero cuando uno vive en Nicaragua como en cualquier otra parte del mundo, donde el hambre forma parte de la pobreza, es muy difícil no mirar a otro lado.

Este “pan nuestro” de cada día para muchos millones de personas, me recordó a otra situación vivida, de esas que te remueven el estómago. Hace unas semanas en uno de los talleres con el grupo de mujeres, al iniciar con una dinámica de presentación, en la que tenían que presentarse diciendo su nombre, algo que les gustara y un lugar de su cuerpo donde les picara, una de las participantes, posiblemente la más vulnerable de todas, quizá por tener una discapacidad psíquica y  vivir en uno de los barrios más violentos de Managua, terminó en su turno diciendo: “… a mí me pica la panza, porque hoy no comí”.

Es curioso comprobar como muchos niños/as cuando tenemos una actividad especial, y por ende también un refrigerio especial, simplemente lo prueban con un bocado y el resto lo llevan en la mano para compartirlo con el resto de su familia, al menos con su mamá.


La discriminación alimentaria, la realidad del hambre, es humillante cuando uno descubre que los alimentos que se producen actualmente podrían alimentar a unos 12.000 millones de personas. En un mundo habitado por 7.000 millones de seres humanos. Este es un gran problema, mejor dicho una gran injusticia en el reparto equitativo de la Creación. En el tiempo que llevo por acá me he podido dar cuenta que no solo podemos vivir con menos, sino también podemos vivir comiendo menos. Las sociedades de consumo y de la sobreabundancia nos educan a caer en el consumismo también de los alimentos. Y la mayoría de veces cada vez menos naturales. Convirtiendo la comida en mercancía con la cual negociar, especulando y jugando así con el hambre de millones de personas.


En Nicaragua la subnutrición alcanza casi el 20% de la población (según la FAO), lo cual no quiere decir que el resto de la población tenga la oportunidad de disponer de una dieta rica y variada. Reduciéndose así en el gallopinto diario, (mezcla de arroz con frijoles), en desayuno, comida y cena; y si se consiguen garantizar los tres tiempos de comidas.


Curiosamente, hablar del reparto de los alimentos también es hacerlo de la desigualdad entre los sexos. Según Geraldina Céspedes, cuando las mujeres son las responsables de producir más del 50% de los alimentos cultivados en nuestro mundo, de todos los desnutridos del mismo, las mujeres representan el 74%. En muchas sociedades y culturas, las mujeres (jóvenes o adultas) comen después de los miembros varones de la familia y no comen sentadas a la mesa, sino en la cocina, muchas veces de pie y dando viajes del comedor a la cocina para abastecer y servir a los hombres. Si la familia es de escasos recursos y no hay suficiente cantidad y calidad de alimentos, ya nos podremos imaginar lo que sucede con la alimentación de las mujeres de la familia.


“Tengo hambre”, me dijo el viernes una mujer, clavándose en mí estas palabras. “Tuve hambre y me diste de comer” (Mt. 25, 35), nos dice Jesús. No podemos seguir mirando hacia otro lado o encogernos los hombros pensando que el mundo es así. Claro que nos toca, nos tiene que tocar el corazón. Sino, ¿qué humanidad lo habita? También el profeta Isasías (Cap. 25) al hablarnos del banquete que Dios invita a todos y todas, nos invita a luchar por un mundo donde ninguna persona quede excluida de participar del festín de manjares suculentos y disfrutar por igual de los dones que Dios regala para todos y todas. Saciando nuestra hambre y sed… de justicia.