Saludos desde San Salvador, mañana partiré definitivamente hacia Managua.
Desde nuestra llegada, Enrique (amigo y compañero de viaje) tras casi 24h desde que salimos de nuestra casa, no hemos dejado de sorprendernos viviendo con mucha intensidad cada momento. Sobre todo lo que más destacamos es la acogida de la gente y como se han desvivido por nosotros para enseñarnos su país y en lo que están comprometidos. También nos ha resultado sorprendente como nos han relatado los sucesos más combulsos de su pueblo, vividos muchos de ellos en primera persona.
Hemos podido dejarnos llevar por el encuentro con varias personas que trabajan en diferentes proyectos. Acompañados siempre por personas que pertenecen a las Comunidades Eclesiales de Base de San Salvador: Ana Mirian, María Isabel y Severiano. Las cuales, por medio de la creación de la Asociación Nuevo Amanecer, nos mostraron el trabajo de atención a menores en una escuela infantil para niños y niñas, de las siete que tienen en la ciudad. Contándonos también como están empoderando a jóvenes, mujeres y demás miembros de los barrios para mejorar sus condiciones de vida mediante el desarrollo comunitario. Para más tarde acompañarnos a una finca en una zona rural donde cultivan y recolectan café y bálsamo para tratar de ser autosuficientes.
También tuvimos oportunidad de conocer a Walter, director de la residencia de estudiantes universitarios que tiene Jovesolides en San Salvador. Realidad que surgió del Colegio Mayor de La Coma (Valencia), acogiendo estudiantes no solo latinoamericanos para que estudiaran en Valencia sino también a jóvenes españoles a cambio de participar en labores de acción social de esta barriada de Paterna. Decidiendo seguir haciendo lo mismo también en San Salvador.
El sábado estuvimos por el centro visitando la catedral, comprobando así las diferencias dentro de la misma iglesia de El Salvador. Por otro lado visitamos la Universidad Centroamericana (UCA) donde asesinaron a un grupo de jesuitas españoles (1989), el más nombrado es Ignacio Ellacuría, rector de la misma. Todos ellos mártires a manos del ejército a causa de vivir su fe, siempre por defender su opción por los más pobres. Aunque mención también distinguida en este sentido la del asesinato de Monseñor Romero (1980), así como la de otros muchos que lucharon por la justicia y la paz en este país. Pudiendo comprobar como su espíritu y recuerdo sigue vivo en el corazón de muchos salvadoreños y en toda América Latina. Siendo verdaderamente impactante para mí.
Hoy, domingo, hemos tenido oportunidad de pasar todo el día con Arnoldo y su familia. La cual nos ha seguido enseñado algunos rincones de la ciudad que no conocíamos, dentro del "caos en orden" que es todo San Salvador.
Como comprenderéis me resulta especialmente difícil describir tantos detalles y sensaciones vividas. Después de comprobar y pudiendo afirmar que aquellos que lucharon por la libertad, la justicia, la paz... entregando su vida, nunca se les podrá llamar muertos.
Bueno por fin te vemos ..bonitas imágenes,y pensamientos profundos de Oscar romero..
ResponderEliminarun abrazo
ROSENDO
Ànim, xiquet! Gràcies per deixar-nos acompanyar-te en esta experiència. Que Déu siga el protagoniste...
ResponderEliminarUn saludos....un bonito principio. Besos!!
ResponderEliminarGracias por saber de ti. Comparte todo lo bueno que has recibido de Dios con quien salga a tu encuentro. Y déjate querer por Dios presente en mil y un detallles, en las personas que te encuentres. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias por dejarnos acompañarte, aunque lo vivido siempre es más que lo escrito.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
Santi Arribas.
Pablo! Muchas gracias por estar ahí y contárnoslo.
ResponderEliminarTe seguimos acompañando desde aquí. Cuenta con nuestro recuerdo en la oración.
Un abrazo grande,
Asun C
Hola Pablo! Somos tu grupo de Comfya 3, Esperamos que te vaya todo bien. Desde la reunión de los viernes te deseamos lo mejor. Un Beso ¡¡Te queremos!!
ResponderEliminarGrupo de COMFYA 3