“Me
gritaban por cualquier cosa y me decían que no servía para nada, llegué a
sentirme inútil a pensar que no valía la
pena vivir.” “Mi papá llegaba borracho y nos pegaba a veces hasta con un cable
de luz y nos sacaba sangre, eso lo recuerdo y me duele el corazón porque me
hizo mucho daño.” “Un día un hombre abusó de mí, llegué a la casa bien
dolorida… después tuve que volver, porque en mi casa solo había para un tiempo
de comida.” “Algunos
hombres creen que nosotras podemos ser de su propiedad aprovechándose de
nuestra situación.” Estas
son desgraciadamente algunas de las expresiones de mujeres, que desde la
adolescencia, han sufrido la violencia ejercida de una u otra forma por otros
hombres.
Nunca antes para mí un número había generado tanto debate. La Ley 779,
en contra de la Violencia contra las Mujeres. Siendo una respuesta a la sociedad patriarcal, que no solo acepta, sino que propicia la violencia contra las mujeres. Así
se viene discutiendo desde hace escasos meses en toda Nicaragua; también en el
seno de nuestras Comunidades de Base, en las cuales siempre luchamos por defender
la dignidad de las personas más vulnerables.
Son varios los argumentos (injustificables) que se están dando para
tratar de derogar esta ley. Algunos ejemplos son los que rebate Alba Luz Ramos,
presidenta del CSJ. Respecto a que las mujeres se están aprovechando para afectar a los hombres o desquitarse de ellos sin más, ni más... "Puede ser que haya alguna loquita por ahí que quiera intentarlo. Pero la verdad es que si yo llego a decir me encontré aquí a fulano en el parqueo y me guiñó el pelo y me tiró al suelo, yo tengo que probarlo...", explicó. Otra de las mentiras es argumentar que solo por el hecho de ser mujer ya tienen ventaja sobre los hombres cuando llegan a interponer una denuncia y el hombre inmediatamente va preso. "Eso es falso. Uno de los grandes problemas que tenemos es que no les hacen caso a las mujeres y las mujeres terminan muertas". Esto es causa de revictimización que provocan las instituciones. De ahí la
necesidad de promulgar esta ley de carácter especial.
Se ha llegado a decir que para qué una ley cuyos delitos ya se
contemplan en el Código Penal; como si con el simple Código Penal, antes de la
dicha Ley, no existiera la violencia. ¿No se dan cuenta que hacen falta más
medidas y acciones que prevengan y luchen contra esta violencia? Siendo así ¿por
qué no tratar de derogar el código de la niñez también? Es muy fácil e injusto decir esto y no hacer nada, siendo así indirectamente cómplice de más violencia.
Incluso algunos se han
aventurado a decir que dicha Ley está en contra de la Constitución. ¿Es qué la
Constitución está por encima de la dignidad de las mujeres cuando son
violentadas? Si la Constitución promulga la igualdad sin distinción entre todos
los y las nicaragüenses, ¿no habrá que tratar de hacerla efectiva cuando en la
realidad no se está dando? Quien piensa quedándose únicamente en la letra de la
Ley y desatendiendo a la realidad humana, tiene actitudes propias de un
fariseo. El cual sitúa la Ley por la Ley, por encima de la dignidad de las
personas.
De este modo hay de aquellos que se sienten que provoca una clara
desventaja de los hombres respecto a las mujeres, sintiendo la necesidad de
defenderse. ¿De qué tienen que defenderse? ¿Es qué acaso van violentando de una
u otra forma a las mujeres? Esta ley se aplicará a los hombres agresores, no a
los que respetan y tratan a las mujeres en igualdad de derechos.
Jesús no fue imparcial, fue totalmente parcial poniéndose al lado de los
más pobres y repudiados de su sociedad, entre los y las cuales, se encontraban
las mujeres. ¿No habrá que seguir protegiendo a quienes son vulnerables? Ojalá
podamos llegar a decir con él, algún día no muy lejano, a otras mujeres que se
sienten violentadas por tanto machismo: “Mujer ¿dónde están?
Nadie te ha condenado. Yo tampoco te
condeno”. (Cf. Jn. 8, 2-11).
Podríamos
seguir desmontando más argumentos, pero para qué seguir aburriéndoos ante tanta
ignorancia. Seguiremos luchando. Por lo cual, me despido invitándoos esta
semana a que os solidaricéis con todas las mujeres, especialmente las que
sufren. Por lo que os pido que mostréis vuestro apoyo mediante un sencillo
gesto: colgando una foto vuestra en facebook con el siguiente cartel. Hacen falta
más voces a favor de la dignidad y la igualdad, que presionen en contra de
tanto argumento maltratador. Es necesario y urgente en Nicaragua.
Querido Pablo,
ResponderEliminarMuchas gracias por los testimonios y por compartir la situación. Yo, especialmente involucrada con la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres, te animo a seguir apoyando la necesidad de esta ley; y la necesidad de mil cosas más para que de verdad podamos ejercer nuestros derechos.
Un abrazo,
Ana
Saludos Pablo, ánimo con todo, tu sonrisa, nos dice que va todo bien..abrazo
ResponderEliminarROSENDO SOLER