domingo, 9 de junio de 2013

779

“Me gritaban por cualquier cosa y me decían que no servía para nada, llegué a sentirme inútil a  pensar que no valía la pena vivir.” “Mi papá llegaba borracho y nos pegaba a veces hasta con un cable de luz y nos sacaba sangre, eso lo recuerdo y me duele el corazón porque me hizo mucho daño.” “Un día un hombre abusó de mí, llegué a la casa bien dolorida… después tuve que volver, porque en mi casa solo había para un tiempo de comida.” “Algunos hombres creen que nosotras podemos ser de su propiedad aprovechándose de nuestra situación.” Estas son desgraciadamente algunas de las expresiones de mujeres, que desde la adolescencia, han sufrido la violencia ejercida de una u otra forma por otros hombres.

Nunca antes para mí un número había generado tanto debate. La Ley 779, en contra de la Violencia contra las Mujeres. Siendo una respuesta a la sociedad patriarcal, que no solo acepta, sino que propicia la violencia contra las mujeres. Así se viene discutiendo desde hace escasos meses en toda Nicaragua; también en el seno de nuestras Comunidades de Base, en las cuales siempre luchamos por defender la dignidad de las personas más vulnerables.

Son varios los argumentos (injustificables) que se están dando para tratar de derogar esta ley. Algunos ejemplos son los que rebate Alba Luz Ramos, presidenta del CSJ. Respecto a que las mujeres se están aprovechando para afectar a los hombres o desquitarse de ellos sin más, ni más... "Puede ser que haya alguna loquita por ahí que quiera intentarlo. Pero la verdad es que si yo llego a decir me encontré aquí a fulano en el parqueo y me guiñó el pelo y me tiró al suelo, yo tengo que probarlo...", explicó. Otra de las mentiras es argumentar que solo por el hecho de ser mujer ya tienen ventaja sobre los hombres cuando llegan a interponer una denuncia y el hombre inmediatamente va preso. "Eso es falso. Uno de los grandes problemas que tenemos es que no les hacen caso a las mujeres y las mujeres terminan muertas". Esto es causa de revictimización que provocan las instituciones. De ahí la necesidad de promulgar esta ley de carácter especial.

Se ha llegado a decir que para qué una ley cuyos delitos ya se contemplan en el Código Penal; como si con el simple Código Penal, antes de la dicha Ley, no existiera la violencia. ¿No se dan cuenta que hacen falta más medidas y acciones que prevengan y luchen contra esta violencia? Siendo así ¿por qué no tratar de derogar el código de la niñez también? Es muy fácil e injusto decir esto y no hacer nada, siendo así indirectamente cómplice de más violencia. 

Incluso algunos se han aventurado a decir que dicha Ley está en contra de la Constitución. ¿Es qué la Constitución está por encima de la dignidad de las mujeres cuando son violentadas? Si la Constitución promulga la igualdad sin distinción entre todos los y las nicaragüenses, ¿no habrá que tratar de hacerla efectiva cuando en la realidad no se está dando? Quien piensa quedándose únicamente en la letra de la Ley y desatendiendo a la realidad humana, tiene actitudes propias de un fariseo. El cual sitúa la Ley por la Ley, por encima de la dignidad de las personas.

De este modo hay de aquellos que se sienten que provoca una clara desventaja de los hombres respecto a las mujeres, sintiendo la necesidad de defenderse. ¿De qué tienen que defenderse? ¿Es qué acaso van violentando de una u otra forma a las mujeres? Esta ley se aplicará a los hombres agresores, no a los que respetan y tratan a las mujeres en igualdad de derechos.

Jesús no fue imparcial, fue totalmente parcial poniéndose al lado de los más pobres y repudiados de su sociedad, entre los y las cuales, se encontraban las mujeres. ¿No habrá que seguir protegiendo a quienes son vulnerables? Ojalá podamos llegar a decir con él, algún día no muy lejano, a otras mujeres que se sienten violentadas por tanto machismo: “Mujer ¿dónde están? Nadie te ha  condenado. Yo tampoco te condeno”. (Cf. Jn. 8, 2-11).

Podríamos seguir desmontando más argumentos, pero para qué seguir aburriéndoos ante tanta ignorancia. Seguiremos luchando. Por lo cual, me despido invitándoos esta semana a que os solidaricéis con todas las mujeres, especialmente las que sufren. Por lo que os pido que mostréis vuestro apoyo mediante un sencillo gesto: colgando una foto vuestra en facebook con el siguiente cartel. Hacen falta más voces a favor de la dignidad y la igualdad, que presionen en contra de tanto argumento maltratador. Es necesario y urgente en Nicaragua.


2 comentarios:

  1. Querido Pablo,

    Muchas gracias por los testimonios y por compartir la situación. Yo, especialmente involucrada con la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres, te animo a seguir apoyando la necesidad de esta ley; y la necesidad de mil cosas más para que de verdad podamos ejercer nuestros derechos.

    Un abrazo,

    Ana

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  2. Saludos Pablo, ánimo con todo, tu sonrisa, nos dice que va todo bien..abrazo
    ROSENDO SOLER

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